¿SABES CÓMO ES EL PECADO DE OMISIÓN?
¿Alguna vez a escuchado la expresión: “yo soy buena
persona, no le hago mal a nadie”?
Cuando hablamos de pecado muchas veces cometemos el error
de pensar en las cosas malas que se
hacen y no en las cosas buenas que dejamos de hacer.
–Veamos que nos dice la Biblia al respecto:
LA OMISIÓN DE UN LEVITA Y UN SACERDOTE.
Lucas 10:30-37
“…Aconteció que
descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo un
levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. Pero un
samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a
misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y
poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él...”
LA OMISIÓN DEL RICO.
–El rico no le hizo ningún mal a Lázaro, pero no le hizo
el bien que estaba a su alcance.
–Tan sabía la condición del mendigo que sabía su nombre y
por eso el Creador le dijo acuérdate.
–El rico vio a Lázaro llagado y con hambre y no lo
socorrió.
Lucas 16:19-31
“Entonces él, dando
voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que
moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy
atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste
tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado
aquí, y tú atormentado”.
LA OMISIÓN DE LOS LEPROSOS.
–Sólo uno dio gracias a Jesús.
Lucas 17:12-19
“Y al entrar en una
aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de
lejos y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de
nosotros! Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y
aconteció que mientras iban, fueron limpiados. Entonces uno de ellos, viendo
que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró
rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.
Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve,
¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este
extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado”.
LA OMISIÓN DE ALGUNOS LOS PADRES.
–Elí omitió estorbar a sus hijos.
1 Samuel 3:12-13
“Aquel día yo
cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el
principio hasta el fin. Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por
la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los
ha estorbado”.
–David omitió corregir a sus hijos.
1 Reyes 1:5-6
“Entonces Adonías
hijo de Haguit se rebeló, diciendo: Yo reinaré. Y se hizo de carros y de gente
de a caballo, y de cincuenta hombres que corriesen delante de él. Y su padre
nunca le había entristecido en todos sus días con decirle: ¿Por qué haces así?
Además, éste era de muy hermoso parecer; y había nacido después de Absalón”.
LA OMISIÓN DE ALGUNOS HIJOS
Marcos 7:9-13
“Les decía también:
Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. Porque
Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la
madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al
padre o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios) todo
aquello con que pudiera ayudarte, y no le dejáis hacer más por su padre o por
su madre, invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis
transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a estas”.
LA OMISIÓN DE ALGUNOS CRISTIANOS
–La vida cristiana no es solamente buenos deseos, sino
hechos concretos. El camino al infierno esta pavimentad de buenas intensiones.
Santiago 2:14-17
“Hermanos míos, ¿de
qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe
salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del
mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos
y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de
qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”.
Mateo 25:37-40
“Entonces los
justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te
sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y
te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la
cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que
en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo
hicisteis”.
1 Juan 3:17
“Pero el que tiene
bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su
corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?”
CONCLUSIÓN
Tristemente muchos se van a perder no por el mal que
hicieron, sino por el bien que dejaron de hacer. Un saludo no dado, una sonrisa
no brindada, un perdón omitido, un favor no concedido, una ayuda negada. Una
corrección pospuesta, una oración no hecha, etc.
Deuteronomio 22:1-4
“Si vieres
extraviado el buey de tu hermano, o su cordero, no le negarás tu ayuda; lo
volverás a tu hermano. Y si tu hermano no fuere tu vecino, o no lo conocieres,
lo recogerás en tu casa, y estará contigo hasta que tu hermano lo busque, y se
lo devolverás. Así harás con su asno, así harás también con su vestido, y lo
mismo harás con toda cosa de tu hermano que se le perdiere y tú la hallares; no
podrás negarle tu ayuda. Si vieres el asno de tu hermano, o su buey, caído en
el camino, no te apartarás de él; le ayudarás a levantarlo
¡Gracia y Paz!