¿Por qué mi
familia es mi primer y más grande Ministerio?
1) Porque la familia es lo primero que Dios creó; de la
cual saldría la civilización. "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen
de Dios lo creó; varón y hembra los creó" (Génesis 1:27). Luego en Génesis
2:24 dice: "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se
unirá a su mujer, y serán una sola carne." Esto significa el
establecimiento de una sociedad basada en las relaciones de matrimonio y de
paternidad, reproduciendo el diseño de Dios.
2) Porque la familia es el lugar fundamental de formación
y enseñanza. "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu
corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y
andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes" (Deuteronomio
6:6:7).
3) Porque la familia es el primer lugar donde se
compromete la vida a Dios. "Pero yo y mi casa serviremos a Jehová"
(Josué 24:15b). Casa se refiere no sólo a la familia inmediata, sino a por lo
menos tres generaciones (padres, hijos, nietos); no sólo se refiere a un lugar
de vivienda, sino a todo lo que una familia tiene como pertenencia.
4) Porque la familia es el lugar donde Cristo quiere
posar. "Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y
le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en
tu casa" (Lucas 19:5). "Posar" significaba quedarse por uno o
varios días. Jesús quiere morar primero en nuestro corazón, y luego morar en el
lugar donde se dan nuestras relaciones más íntimas y significativas: en la
familia.
5) Porque Jesús quiere salvar a todos los miembros de
nuestra familia. "Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás
salvo, tú, y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que
estaban en su casa" (Hechos 16:31-32).
6) Porque Dios nos hace primero responsable de la
provisión a los de nuestra familia. "Porque si alguno no provee para los
suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un
incrédulo" (1 Timoteo 5:8). Uno de los efectos de una vida de fe es
cumplir con las responsabilidades de provisión espiritual, moral, emocional,
relacional y económica para con los miembros de nuestra familia.
7) Porque quien quiera servir a Dios, tiene que comenzar
con su casa. "Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción
con toda honestidad (pues quien no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará
de la iglesia de Dios?)" (1 Timoteo 3:4-5).
Amados Hermanos y Hermanas, hagamos la mejor inversión de
nuestras vidas, invirtamos lo que recibimos de Dios en nuestras familias. Recuerden
que: "Todo lo que la persona sembrare, eso también cosechará"
(Gálatas 6:7b). Seamos una iglesia de "Familias bendecidas". En el
nombre de Jesús Amén.
¡Gracia y Paz!
Edificando Matrimonios conforme el propósito de Dios
Ángel E. Martínez