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martes, 29 de julio de 2014

ORACIÓN:



ORACIÓN:

Padre santo, te ruego me ayudes a vivir una vida Cristo céntrica, imitando en todo a mi Señor y Salvador, viviendo de acuerdo a los principios y valores que él enseñó y practicó, para que todos los que me rodean puedan ver en mí un ejemplo digno de imitar, para la gloria y la honra de tu nombre. Por Cristo Jesús te lo pido, Amén.

¿ERES UN BUEN EJEMPLO A SEGUIR?



¿ERES UN BUEN EJEMPLO A SEGUIR?

1 Tesalonicenses 1:2-10
“Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones, acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo. Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección; pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros. Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído. Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada; porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera”

Una mamá leopardo les llevó un ciervo joven vivo a sus cachorros de cinco meses de edad y se los soltó. Después que los cachorros hicieron varios ataques infructuosos, la mamá leopardo intervino y les mostró como matarlo. Un agente de seguros, conocido por su habilidad como vendedor, después de explicar las diferentes opciones y los beneficios de las distintas pólizas, solía poner un detallado ejemplo de cómo él había protegido a su propia familia. Esto hacía que sus futuros clientes lograran entender mejor su explicación y se sentían inclinados a comprar el seguro. Aunque ambos casos son de naturaleza muy diferente, existe un factor común entre ellos: el ejemplo práctico fácil de entender y de imitar.

En el pasaje de hoy, después que Pablo les dijo a los cristianos de Tesalónica que ellos habían llegado a ser “imitadores de nosotros y del Señor”, también les dijo que habían sido “ejemplo a todos los de Macedonia y Acaya que han creído”. El liderato por ejemplo es contagioso. La posición de líder es más que un simple título como papá, mamá, maestro, pastor o ministro. Todo el que quiera dirigir y ayudar a otros, debe primero ser ejemplo. Y el mejor ejemplo que existe es el ejemplo de Jesucristo. Debemos tratar de imitar lo que él hizo durante los 33 años que vivió en este mundo. Entonces podremos ser un modelo para aquellos a los que predicamos la palabra de Dios. En su primera carta a los Corintios, a quienes estaba tratando de instruir en lo que debían y no debían hacer, el apóstol Pablo escribió: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” (1 Corintios 11:1).

Si los cristianos queremos enseñar a otros el arte de conocer a Dios, amarle y servirle, no podemos ignorar la importancia y el poder que tiene nuestro ejemplo. Así fue como Jesús y sus discípulos comunicaron el mensaje del Evangelio. Su obediencia a Dios y sus testimonios de amor y de compasión fueron vistos en términos de carne y hueso fácilmente comprensibles, y por eso impactaron a miles de personas en aquella época. Su ejemplo nos ha llegado hasta nuestros tiempos a través de las Escrituras, y el Espíritu Santo se encarga de hacernos entender el mensaje de salvación de Dios. Es nuestro deber propagar ese mensaje, primero con nuestro ejemplo y después usando todos los medios a nuestro alcance.

¿Quieres tener la seguridad de que estás siendo un buen ejemplo? Cada vez que necesites tomar una decisión, o actuar como líder en cualquier aspecto, o simplemente responder a una pregunta importante, hazte esta pregunta: “¿Qué hubiera hecho Jesús en esta situación?” Pide al Espíritu Santo que te conteste la pregunta conforme a la palabra de Dios. Y actúa de acuerdo a su respuesta.

ORACIÓN:
Padre santo, te ruego me ayudes a vivir una vida Cristo céntrica, imitando en todo a mi Señor y Salvador, viviendo de acuerdo a los principios y valores que él enseñó y practicó, para que todos los que me rodean puedan ver en mí un ejemplo digno de imitar, para la gloria y la honra de tu nombre. Por Cristo Jesús te lo pido, Amén.

¡Gracia y Paz!
Dios te Habla
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¿POR QUÉ MI FAMILIA ES MI PRIMER Y MÁS GRANDE MINISTERIO?



¿Por qué mi familia es mi primer y más grande Ministerio?

1) Porque la familia es lo primero que Dios creó; de la cual saldría la civilización. "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó" (Génesis 1:27). Luego en Génesis 2:24 dice: "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne." Esto significa el establecimiento de una sociedad basada en las relaciones de matrimonio y de paternidad, reproduciendo el diseño de Dios.

2) Porque la familia es el lugar fundamental de formación y enseñanza. "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes" (Deuteronomio 6:6:7).

3) Porque la familia es el primer lugar donde se compromete la vida a Dios. "Pero yo y mi casa serviremos a Jehová" (Josué 24:15b). Casa se refiere no sólo a la familia inmediata, sino a por lo menos tres generaciones (padres, hijos, nietos); no sólo se refiere a un lugar de vivienda, sino a todo lo que una familia tiene como pertenencia.

4) Porque la familia es el lugar donde Cristo quiere posar. "Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa" (Lucas 19:5). "Posar" significaba quedarse por uno o varios días. Jesús quiere morar primero en nuestro corazón, y luego morar en el lugar donde se dan nuestras relaciones más íntimas y significativas: en la familia.

5) Porque Jesús quiere salvar a todos los miembros de nuestra familia. "Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú, y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa" (Hechos 16:31-32).

6) Porque Dios nos hace primero responsable de la provisión a los de nuestra familia. "Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo" (1 Timoteo 5:8). Uno de los efectos de una vida de fe es cumplir con las responsabilidades de provisión espiritual, moral, emocional, relacional y económica para con los miembros de nuestra familia.

7) Porque quien quiera servir a Dios, tiene que comenzar con su casa. "Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues quien no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)" (1 Timoteo 3:4-5).

Amados Hermanos y Hermanas, hagamos la mejor inversión de nuestras vidas, invirtamos lo que recibimos de Dios en nuestras familias. Recuerden que: "Todo lo que la persona sembrare, eso también cosechará" (Gálatas 6:7b). Seamos una iglesia de "Familias bendecidas". En el nombre de Jesús Amén.


¡Gracia y Paz!
Edificando Matrimonios conforme el propósito de Dios

Ángel E. Martínez


ORACIÓN



ORACIÓN:

Bendito Dios de amor y misericordia, una vez más te doy gracias por el sacrificio de tu Hijo, cuya sangre me limpia constantemente de todo pecado. Revélame todo aquello que no está de acuerdo a tu voluntad en mi vida, y dame las fuerzas para rechazar todo lo que pueda contaminar mi alma y separarme de ti. En el nombre de Jesús, Amén.

¿QUIERES SER LIBRE DE LA CONTAMINACIÓN DEL PECADO?



¿QUIERES SER LIBRE DE LA CONTAMINACIÓN DEL PECADO?

1 Pedro 1:13-19
“Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”

Un informe del Departamento de Energía de los Estados Unidos reveló que en los sitios que antes alojaban armas nucleares se han acumulado miles de millones de libras de desperdicios nucleares. Una limpieza en los sitios contaminados costaría más de doscientos mil millones de dólares y se necesitarían 75 años para llevarla a cabo. Pero aun así (advierte el informe), no se eliminaría toda la contaminación existente. Por lo tanto la única solución sería impedir el acceso de las personas a la tierra contaminada. Otros informes indican que situaciones similares y aun peores se están observando alrededor de todo el mundo. Hay muchos países que están arrojando los desperdicios nucleares en el mar. Estos desperdicios radiactivos sólidos no pueden ser degradados o absorbidos por las aguas, por lo que el grado de contaminación que está afectando a la Tierra, es mucho peor de lo que uno puede imaginar, constituyendo un grave peligro para toda vida animal, vegetal o humana en este planeta.

Hay, sin embargo, otra contaminación mucho más destructiva que la producida por los desperdicios nucleares. Es la producida por el pecado. En un mundo cada vez más corrupto y malvado, tenemos que estar conscientes del daño irreparable que puede causar el pecado en el ser humano. El pecado envenena no solamente el cuerpo sino también el alma. Jesús dijo en Mateo 10:28: “No temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”. Si el pecado no se controla puede dejar una trágica huella de sufrimiento y desolación en el ser humano que se extiende hasta la eternidad.

Mientras andamos en este mundo, naturalmente vamos a estar en contacto con la suciedad y la corrupción, y de una manera u otra, en mayor o menor grado nos vamos a “contaminar”. En ocasiones podemos albergar en nuestras mentes pensamientos pecaminosos, o quizás hacer comentarios que puedan herir, o tal vez actuar de forma contraria a lo que nos dice la Biblia. Pero Dios, en su inmensa misericordia, ha provisto un medio para limpiarnos de esa “contaminación”. Dice 1 Juan 1:9 que “si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. Es decir, que si reconocemos nuestros pecados y los confesamos y genuinamente nos arrepentimos, entonces la limpieza se manifiesta en nuestros corazones. No importa cuán grande haya sido tu pecado.

El pasaje de hoy nos habla de “la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”, la cual te limpia de manera perfecta si te arrepientes y vienes a él en busca de perdón. Y para mantenerte lo más libre posible de la contaminación del pecado que te rodea, vive tu vida en la presencia de Dios. Lee la Biblia todos los días, medita en sus enseñanzas, pasa tiempo en oración y pon “la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”, como nos aconseja Colosenses 3:2.

ORACIÓN:
Bendito Dios de amor y misericordia, una vez más te doy gracias por el sacrificio de tu Hijo, cuya sangre me limpia constantemente de todo pecado. Revélame todo aquello que no está de acuerdo a tu voluntad en mi vida, y dame las fuerzas para rechazar todo lo que pueda contaminar mi alma y separarme de ti. En el nombre de Jesús, Amén.

¡Gracia y Paz!
Dios te Habla
Carlos Martínez M.

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