Si te interesan los temas de salud, te proponemos esta pagina:

jueves, 8 de mayo de 2014

¿DIOS ABORRECE EL PECADO, PERO AMA AL PECADOR?


¿DIOS ABORRECE EL PECADO, PERO AMA AL PECADOR?

Seguramente muchos de Ustedes han escuchado esa frase famosa que dice: "Dios aborrece el pecado, pero ama al pecador". Me imagino que si, pues, esta frase es muy usada por el Catolicismo, por el Humanismo, y hasta por muchos que se dicen ser "cristianos evangélicos". Pero quizás entre todos los que han escuchado esta frase tan popular haya muy pocos los que conozcan su origen o quién fue el autor de esta enseñanza.

Pues fue nada menos que el filósofo humanista-hinduista Mahatma Gandhi quien dijo: "Dios aborrece el pecado, pero ama al pecador". Y hoy en día muchos falsos maestros introducidos por satanás entre el cristianismo lo enseñan como si fuera una enseñanza Bíblica. De esta manera muchos “ministros” cristianos predican la palabra de Gandhi y no la palabra de Dios. Éstos creen en el “evangelio” de Gandhi y no en el Evangelio de Jesucristo.

2. Gandhi, su oscura biografía y su enseñanza humanista-hinduista:

Mohandas Karamchad Gandhi, recibió el nombre honorífico de "Mahatma" (que significa "grande alma") por parte del pensador hinduista Rabindranat Tagore, de esta manera se empezó a llamar Mahatma Gandhi. Otros le llamaban "bapu", que significa "padre".

Él mencionaba a un dios en sus enseñanzas, pero el dios que él mencionaba no era el Dios de La Biblia, su dios era "Krisna", el dios del hinduismo lleno de misticismo y humanismo. Él profesaba la religión del hinduismo, y su espiritualidad estaba basada en la autoflagelación y obras no conforme a la palabra de Dios, propia de su naturaleza caída no regenerada por el Espíritu Santo.
Promovía la huelga de hambre, bregó por el retorno a las viejas tradiciones hindúes, ayunaba por motivos ajenos a la voluntad de Dios. Según algunos historiadores, financio grupos guerrilleros de parias en el sur de India, contradiciendo su propia filosofía de "no violencia". A los 36 años, estando casado, decidió guardar celibato, motivado por la doctrina hinduista "brahmacharia". Luego promovió tal doctrina en base a experimentos sexuales como el desnudismo.

Su lucha fue por la Independencia de la India, y no contra el pecado, la carne o el diablo. Es a raíz de la apostasía creciente profetizada por La Biblia, que la filosofía de Gandhi y de otros falsos maestros se ha introducido entre el cristianismo "Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras..." (2 Pedro 2:1).

He aquí algunas de sus frases que resumen sus enseñanzas:

Frase 1: "El mejor libro a estudiar es el de la humanidad... No podemos perder la fe en la humanidad". Pero La Biblia dice que no pongamos nuestra confianza en el hombre o en la humanidad. "Hombres son, y no Dios" (Isaías 31:3) "Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová" (Jeremías 17:5).

Frase 2: "Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo". Pero La Biblia dice que el hombre no tiene el poder de cambiarse a sí mismo. "El hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos" (Jeremías 10:23). "De Jehová son los pasos del hombre; ¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?" (Proverbios 20:24).

Frase 3: "La verdad es lo que te dice tu voz interior". Pero La Biblia dice que el hombre no tiene ninguna verdad, solo Cristo, Él es la única verdad absoluta, y nada tiene que ver con alguna voz interior humana: "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6). "y la Verdad vino por medio de Jesucristo" (Juan 1:17) y no por la voz interior del hombre.

3. ¿Dios aborrece el pecado, pero ama al pecador?

Esta frase muy usada por el evangelismo moderno no está basada en las Sagradas Escrituras. Por favor piensa por un momento que estás en Sodoma para evangelizarlos, y les predicas diciendo: "Dios te ama pecador..." y luego Dios destruye la ciudad. Ves lo absurdo que es presentar el evangelio de esa manera, pues "los hombres de Sodoma eran malos y pecadores contra Jehová en gran manera" (Génesis 13:13) e iban a ser destruidos por sus pecados. De la misma manera el hombre caído será destruido en el día del juicio si no se arrepiente de su maldad y cree en Cristo.

Por tanto, los pecadores necesitan oír un mensaje de arrepentimiento y fe, y no un mensaje de amor que les "acaricie el oído" o les "mueva las emociones". La frase de "Dios te ama" nunca fue el inicio de una predicación evangelistica, nunca fue el texto principal para exponer el evangelio a los inconversos, nunca fue una frase que hayan usado los discípulos al anunciar a Cristo. Puedes buscar en toda tu Biblia y no hallarán tal frase para hacer evangelismo de parte de los discípulos. Algunas personas bien intencionadas o no entendidas me dirán, pero mira lo que dice Romanos 5:8 y Juan 3:16.... Pues, si estudiamos Romanos 5:8 vemos que este texto forma parte del mensaje dirigido a los creyentes y no a inconversos. Dichos oyentes ya eran salvos, por tanto, podían comprender el amor de Dios, desde el punto de visto Bíblico, que había sido derramado en sus corazones. Mientras que Juan 3:16 es el único texto de la cual no se puede hacer doctrina de un solo texto, y en ese texto el autor expresa la manifestación del amor de Dios hacia el mundo, porque Dios es amor. Y ese amor está abierto a todo hombre que crea en Jesucristo, y no al que no cree.

Solo un creyente puede recibir ese amor, porque si toda la humanidad estuviera bajo el amor de Dios, entonces, todos serían salvos, como enseña el Catolicismo y algunas otras sectas, y no habría necesidad de convertirse a Cristo ya que, según ellos, Dios ama al hombre así de pecador.

Dios aborrece el pecado:
"Porque Jehová es justo, y ama la justicia" (Salmo 11:7). "Oh Dios, has amado al justicia y aborrecido la maldad" (Salmo 45:7).

Dios aborrece al pecador:
"Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad... Aborreces a todos los que hacen iniquidad" (Salmo 5:4-5). "Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los días" (Salmo 7:11). "La ira de Jehová contra los que hacen mal" (Salmo 34:16). "El rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal" (1 Pedro 3:12). "Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injustica de los hombres que detienen con injusticia la verdad" (Romanos 1:18). "Abominación son a Jehová los perversos de corazón" (Proverbios 11:20).

El hombre no podrá entender acerca del amor de Dios, si es que antes no entiende su estado caído pecaminoso ante Dios, y su necesidad de arrepentimiento y fe en Cristo como Salvador. ¿De qué manera? Pues, mostrándole al hombre natural su naturaleza caída exponiendo la ley de Dios "porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado" (Romanos 3:20) y vean que "sirven a la inmundicia y a la iniquidad" (Romanos 6:19). Porque "todo designio de los pensamiento del corazón de ellos es de continuo solamente el mal" (Génesis 6:5). y "buscaron muchas perversiones" (Eclesiastés 7:29). "se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido" (Romanos 1:21). “siendo esclavos voluntarios del pecado (Juan 8:34).

Con esto se derriba el orgullo humano de creerse una buena persona y de creer que irá al cielo por llevar una vida moral y filosófica. La moralidad le podrá librar de la cárcel, pero no le salvara de la condenación eterna en el infierno. Todo camino que lleve el hombre sin Cristo es "espacioso y lleva a la perdición" (Mateo 7:13). Solo Cristo es el único Camino al cielo. Solo cuando el Espíritu de Dios le hace entender al hombre su condición perversa, abominable, vil, e inmunda, a causa de su pecado es que vendrá arrepentido a Cristo y le abrazará como su único Salvador.

“Todo lo que el Padre me da, vendrá á mí; y al que á mí viene, no le hecho fuera” (Juan 6:37).

"Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hechos 4:12). "Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio" (Tito 1:14). "A fin de que cada uno se convierta de su maldad" (Hechos 3:26).

Espero que quede perfectamente claro: ¡DIOS aborrece el pecado y aborrece al pecador! Solo así podremos entender que la salvación es sólo por la infinita Misericordia y Gracia de Dios. Solo de esa forma podremos entender el verdadero Amor de Dios.

Roguemos a nuestro Soberano Dios para que nos siga limpiando de esa falsa imagen de un dios que nos hemos hecho, pero que no es el Dios de las Santas Escrituras. Roguemos al Señor para que nos siga mostrando Su Gloria y su Gracia. ¡Amén!

Gracia y Paz
Editado por: Carlos Martínez M.

Miguel Rodríguez

ORACION


ORACION:

Padre amado, yo entiendo que es necesario que yo mengüe para que Cristo crezca en mi, pero me resulta muy difícil lograrlo. Por favor, lléname de tu Espíritu y ayúdame a menguar para que Jesús sea el Rey y Señor de toda mi vida. En su santo nombre te lo pido, Amén.

¿ESTÁS DISPUESTO A MENGUAR PARA QUE CRISTO CREZCA?


¿Estás dispuesto a menguar para que Cristo crezca?

Juan 3:30
“Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe”

[Leer Juan 3:28-34]

Este pasaje nos muestra una declaración de Juan el Bautista a sus discípulos cuando estos indagaron acerca de Jesús. En primer lugar Juan deja claro ante todos que él no es el Cristo, sino que él había sido enviado para preparar el camino para el Mesías, tal y como había declarado el profeta Isaías más de siete siglos antes. Así leemos en Isaías 40:3: “Una voz proclama: Preparen en el desierto un camino para el Señor; enderecen en la estepa un sendero para nuestro Dios”. Juan les dice que “el que tiene la esposa, es el esposo"; él es simplemente el amigo del esposo, y se goza al oír la voz del esposo. Jesús es “el esposo”, y esta expresión es, sin duda, una alusión a “la esposa del Cordero” (la iglesia de Cristo) mencionada en Apocalipsis 21:9. También en Efesios 5:21-33, el apóstol Pablo dice: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”.

Habiendo establecido quien era el Cristo, Juan entonces dice: “Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe”. “Menguar” significa disminuir, empequeñecer. A nadie le gusta disminuir. Esto es símbolo de derrota, y no nos gusta ser derrotados. Sin embargo en el aspecto espiritual, cuando nos bajamos nosotros del primer lugar y le damos el lugar de honor a Jesucristo, es decir cuando menguamos nosotros y engrandecemos al Señor es cuando verdaderamente obtenemos la victoria. Juan el Bautista hizo exactamente esto. Primero él era el centro de atención, el único que bautizaba, el que tenía discípulos. Ahora llegó el momento de dar el lugar de honor a Jesús, al cual llamó “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Cuando nosotros actuamos de esta manera, nuestro crecimiento espiritual no tiene límites, “pues Dios no da el Espíritu por medida", termina diciendo este pasaje.

Nuestro “yo” siempre se niega a retroceder o disminuir. Esto es característico de nuestra naturaleza pecaminosa, pero cuando recibimos a Jesucristo como Salvador personal se establece una lucha entre ese “yo” (la carne) y el Espíritu Santo que ahora mora en nosotros. El resultado ideal de esta batalla debe ser quitar el primer lugar al “yo” y cederlo al Señor. Esto sólo es posible cuando menguamos más y más en nuestro orgullo, al extremo de morir a todo lo relativo a la naturaleza carnal para que Cristo viva en nosotros y actúe por nosotros. El apóstol Pablo entendió este principio perfectamente, y fue capaz de crecer espiritualmente al punto que pudo decir: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gálatas 2:20).

Si quieres caminar en victoria en la vida debes renovar tu mente conforme a los principios del reino de Dios. Tu meta debe ser que no reine tu egoísmo personal sino el Señor Jesucristo. Mientras tu “yo” se mantenga en primer lugar, Cristo no puede reinar en tu vida. Cuando tu “yo” mengua, la vida de Jesús se manifiesta en ti, tu testimonio es agradable a Dios y sus bendiciones sobreabundan en tu vida.

Comienza pidiendo a Dios que te ayude a ser humilde, que ponga en ti el carácter de siervo que caracterizó a Jesús. Persiste en este propósito, escudriña las Escrituras cada día en busca de sabiduría, persevera en la oración y sirve en algún ministerio de tu iglesia, hasta que la vida de Jesucristo se manifieste en ti de manera evidente.

ORACION:
Padre amado, yo entiendo que es necesario que yo mengüe para que Cristo crezca en mi, pero me resulta muy difícil lograrlo. Por favor, lléname de tu Espíritu y ayúdame a menguar para que Jesús sea el Rey y Señor de toda mi vida. En su santo nombre te lo pido, Amén.

¡Gracia y Paz!

Dios te Habla