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sábado, 9 de noviembre de 2013

TOMA DOS VASOS CON AGUA PARA QUE TUS ÓRGANOS SE HIDRATEN



En cuanto abras los ojos toma dos vasos con agua para que tus órganos se hidraten y despierten.

Lo mejor para prevenir los ataques de hambre a media mañana es desayunar proteínas, por ejemplo un licuado de avena con leche de soya, almendras, nueces y miel. —


“Gracia y Paz”
La Buena Salud al alcance de Todos
Revista Selecciones México


ORACIÓN



Padre mío, quita de mi toda sensación de frustración y tristeza por mi difícil presente. Dame la gracia para atravesar las etapas que tú quieres que atraviese, y abre mis ojos espirituales para poder ver las cosas grandes que tienes reservadas para mi. En el nombre de Jesús, Amén.

NO TE DESANIMES... ¡¡LO MEJOR ESTÁ POR VENIR!!



Job 8:5-7
“Si tú de mañana buscares a Dios, y rogares al Todopoderoso; si fueres limpio y recto, ciertamente luego se despertará por ti, y hará próspera la morada de tu justicia. Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande.”

Vivimos en medio de una sociedad materialista donde la meta fundamental es el éxito personal, y lo que define a un “triunfador” es la cantidad de beneficios materiales que ha obtenido producto de sus esfuerzos. Para muchos, vivir por debajo de este concepto es una verdadera frustración. Ciertamente tenemos que reconocer que el éxito nos atrae y nos hace creer que cuando lo alcancemos seremos felices. Por el contrario el no lograr el éxito en esta vida es equivalente a derrota, y sus consecuencias generalmente son terribles en la vida de una persona.

Sin duda existen beneficios cuando alcanzamos el éxito, pero como cristianos debemos aprender a movernos en el tiempo y los conceptos de Dios. Cuando estamos bajo la dirección y protección del Señor, lo que estamos viviendo en un momento determinado no es definitivo, especialmente si lo que estamos atravesando son tiempos donde todo parece salir mal. El pasaje de hoy nos afirma que aunque tu estado en un momento determinado sea “pequeño”, aunque te cueste mucho avanzar, aunque las luchas y dificultades por las que estás pasando te hagan vivir bajo la sombra del fracaso y el deseo de darte por vencido, en el Señor hay una esperanza de llegar a un final mucho mejor, y “tu postrer estado será muy grande”.

Este pasaje expresa una preciosa promesa de nuestro Padre celestial, pero al mismo tiempo nos indica lo que debemos hacer para que esa promesa sea una realidad en nuestras vidas. Es necesario que busquemos el rostro de Dios en oración cada día. Así comienza el pasaje: “Si tú de mañana buscares a Dios, y rogares al Todopoderoso…” Es necesario que leamos la Biblia diariamente y meditemos en ella, y la apliquemos a nuestras vidas. El Salmo 1 comienza diciendo que es “bienaventurado” aquel que “en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche”. Y, después de mencionar los beneficios que obtendrá, concluye diciendo: “Y todo lo que hace, prosperará”.

Es necesario que vivamos una vida limpia y recta delante del Señor si queremos disfrutar de los beneficios de sus promesas. Estas fueron las palabras del amigo de Job cuando éste estaba pasando por terribles pruebas en su vida: “Si fueres limpio y recto, ciertamente luego se despertará por ti, y hará próspera la morada de tu justicia”. El Dios todopoderoso que conoce tus circunstancias se manifestará en tu vida y hará que tu postrer estado sea “muy grande”. Pero al igual que no se puede construir un décimo piso sin edificar primero los nueve anteriores no se puede llegar a un nivel "muy grande" a menos que aprendamos a caminar en fidelidad a Dios en medio de los “tiempos pequeños” o de aparente derrota. Si tú estás buscando a Dios de corazón, él está trabajando en esas circunstancias, preparando los cimientos para algo muy grande y maravilloso en tu vida. Echa fuera todo sentimiento de frustración y gózate en el Señor porque para llegar a ser grandes primero debemos ser pequeños. Esa es una ley tanto natural, como espiritual.

En Isaías 60:22 Dios habla a través del profeta Isaías, y hace a sus hijos esta preciosa promesa: “El más pequeño llegará a ser un millar, y el más insignificante una nación poderosa. Yo, el Señor, a su tiempo lo haré realidad”. Mantente en oración, confiando plenamente en el poder de Dios y “a su tiempo” esta promesa será una realidad en tu vida. No te desanimes y pon tu confianza en el Señor. Ten la completa seguridad de que lo mejor está por venir.

ORACIÓN:
Padre mío, quita de mi toda sensación de frustración y tristeza por mi difícil presente. Dame la gracia para atravesar las etapas que tú quieres que atraviese, y abre mis ojos espirituales para poder ver las cosas grandes que tienes reservadas para mi. En el nombre de Jesús, Amén.


“Gracia y Paz”

Dios te Habla

¿QUÉ ES REALMENTE EL MATRIMONIO?


Un famoso maestro se encontraba frente a un grupo de jóvenes universitarios que estaban en contra del matrimonio. Los muchachos argumentaban que el romanticismo constituye el verdadero sustento de las parejas y que es preferible acabar con la relación cuando éste se apaga, en lugar de entrar a la hueca monotonía del matrimonio. El maestro les dijo que respetaba su opinión, pero les relató lo siguiente:

"Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno y sufrió un infarto. Cayó. Mi padre la alcanzó, la levantó como pudo y casi a rastras la subió a la camioneta. A toda velocidad, rebasando, sin respetar los altos, condujo hasta el hospital. Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido.

Durante el sepelio, mi padre no habló, su mirada estaba perdida. Casi no lloró. Esa noche sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia recordamos hermosas anécdotas. Él pidió a mi hermano teólogo que le dijera, dónde estaría mamá en ese momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, conjeturó cómo y dónde estaría ella. Mi padre escuchaba con gran atención.

De pronto pidió: "llévenme al cementerio". "Papá" respondimos, "¡Son las 11 de la noche! ¡No podemos ir al cementerio ahora!" Alzó la voz y con una mirada vidriosa dijo: "No discutan conmigo por favor, no discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años". Se produjo un momento de respetuoso silencio. No discutimos más.

Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador, con una linterna llegamos a la lapida. Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos que veíamos la escena conmovidos: "Fueron 55 buenos años... ¿Saben? Nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer así'".

Hizo una pausa y se limpió la cara. "Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis. Cambio de empleo" continuó: "Hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad". "Compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lado del otro la partida de seres queridos, oramos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada Navidad, y perdonamos nuestros errores... hijos, ahora se ha ido y estoy contento, ¿Saben por qué? Porque se fue antes que yo, no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida". "Seré yo quien pase por eso, y le doy gracias a Dios. La amo tanto que no me hubiera gustado que sufriera..."

Cuando mi padre termino de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado de lágrimas. Lo abrazamos y él nos consoló: "Todo esta bien hijos, podemos irnos a casa; ha sido un buen día".

Esa noche entendí lo que es el verdadero amor. Dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, más bien se vincula al trabajo y al cuidado que se profesan dos personas realmente comprometidas.

Cuando el maestro terminó de hablar, los jóvenes universitarios no pudieron debatirle. Ese tipo de amor era algo que no conocían.

Reflexión:
El verdadero amor no se reduce a lo físico ni a lo romántico. El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es…

“El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1corintios 13:4-7).

Y tú estas dispuesto(a) a amar verdaderamente a tu esposo(a)? ¿Hasta que la muerte los separe?


“Gracia y Paz”

Edificando Matrimonios conforme al propósito de Dios

Terapia Para Parejas