Mateo 15:1-14
“Entonces se
acercaron a Jesús ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo: ¿Por qué
tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las
manos cuando comen pan. Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros
quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Porque Dios mandó
diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la
madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su
padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte,
ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el
mandamiento de Dios por vuestra tradición. Hipócritas, bien profetizó de
vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; mas su corazón
está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas,
mandamientos de hombres. Y llamando a sí a la multitud, les dijo: Oíd, y
entended: No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la
boca, esto contamina al hombre. Entonces acercándose sus discípulos, le
dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron cuando oyeron esta palabra? Pero
respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será
desarraigada. Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al
ciego, ambos caerán en el hoyo”.
En este pasaje,
Jesús habló de líderes en quienes no se debe confiar. Llamó “hipócritas” y
“ciegos guías de ciegos” a los líderes religiosos de su tiempo. Los escribas y
fariseos enseñaban tradiciones de los hombres, no los mandamientos de Dios. Hoy
en día también existen este tipo de líderes, los cuales proclaman que ellos
tienen la verdad, y diseñan una especie de Teología selectiva en la que
utilizan ciertas porciones de la
Biblia para justificar sus doctrinas y sus propósitos. El
apóstol Juan se refiere a estos cuando escribió: “Amados, no creáis a todo
espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos
profetas han salido por el mundo” (1 Juan 4:1). ¿Y cómo se prueban los
espíritus? Debemos hacernos preguntas como estas: ¿Refleja la vida del líder la
vida de Cristo? ¿Sus acciones glorifican el nombre del Señor? Jesús advirtió a
sus discípulos acerca de esta situación diciéndoles: “Guardaos de los falsos
profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son
lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:15-16).
Los falsos
maestros crean división y discordia. Muchas veces tratan de parecer superiores
a sus oyentes manifestando tener una espiritualidad más avanzada que los demás,
quizás alegando haber tenido una experiencia espiritual que los eleva a un
“nivel más alto”, pero en realidad actúan movidos por sus egos y sus bajos
principios. El verdadero líder es imitador de Cristo en todo; sus acciones, sus
palabras, sus gestos, todo lo que hace va encaminado a darle la gloria al
Señor. Un líder confiable siempre señalará a Cristo, el cual es el camino, la verdad
y la vida, y no a sí mismo. Este no tiene que preocuparse por declarar sus
“buenas cualidades” pues el Espíritu Santo se encargará de hacerlo saber a
todos.
Debemos ser
cuidadosos al seguir a un líder, pues si bien hay líderes que han sido usados
por Dios poderosamente, como Moisés y Josué, el apóstol Pablo y otros, incluyendo
a muchos en nuestros tiempos, también es cierto que ha habido líderes que se
han desviado del plan de Dios, como Saúl, que al final fue desechado por Dios;
y en el Nuevo Testamento los fariseos, de los cuales habla el pasaje de hoy. El
apóstol Pablo, en su segunda carta a los corintios, también advierte acerca de
“falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo”
(2 Corintios 11:13). Y si no estamos alertas podemos seguirlos ciegamente.
Hazte el
propósito de leer la Biblia
todos los días y medita en lo que lees. Conoce a fondo la Palabra de Dios y aplícala
en tu vida. Ora y pide al Señor el discernimiento del Espíritu Santo para
distinguir la verdad del error, y mantente siempre alerta ante las asechanzas
del enemigo.
ORACIÓN:
Padre santo, te
ruego me des discernimiento espiritual para identificar quienes son los líderes
ungidos por ti a quienes debo seguir, y cuales son los que debo evitar. Pero por
sobre todas las cosas ayúdame a tener mis ojos fijos en ti y tu santa palabra.
En el nombre de Jesús, Amén.
“Gracia y Paz”
Dios te Habla
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