Hay gente que tiene mas de 5, 10,
15, 20 o más años dentro de la
Iglesia y nunca han conocido a Jesucristo, por eso siguen
teniendo un corazón de piedra y no uno de carne, solamente se han amoldado a
normas, dogmas y religión. Por eso es que vemos a tantos creyentes que después de
muchos años siguen siendo MALICIOSOS, MALOS, DESLEALES, TRAICIONEROS,
CHISMOSOS, IRACUNDOS, DE DOBLE ANIMO, AVAROS, VANAGLORIOSOS, SOBERBIOS, ORGULLOSOS,
MAL AGRADECIDOS, CALUMNIADORES, etc., porque nunca se les ha revelado Jesucristo
en sus corazones.
El hombre a de recorrer el camino
que le lleve a la libertad, Pablo afirma "No habéis recibido espíritu de
esclavitud para estar otra vez en temor". Somos advertidos continuamente
de que este es el gran peligro en nuestra vida cristiana, entrar nuevamente en
la esclavitud. El paso por el cual un hombre puede salir de la esclavitud a la
libertad gloriosa de los Hijos de Dios, debe ser de renovación continua, perfeccionándose
en el amor y guiados por el Espíritu de Dios, atrás deben quedar los rudimentos
mundanos a los que estábamos atados, y nos impedían seguir el camino de la
libertad, no se puede tener dos amos al mismo tiempo: Dios y el mundo. Ambos
son incompatibles y si servimos a uno no podremos servir al otro, hay que
escoger, la decisión es nuestra, y la renovación es obra de Dios, solo hay un
camino que lleva a Dios, en la
Biblia lo dice bien claro, Lucas 9:23 "si alguno quiere
venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame".
Colosenses 3:5-17
“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza,
pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las
cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales
vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora
dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia,
palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros,
habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el
cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento
pleno, donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni
escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. Vestíos, pues,
como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad,
de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y
perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que
Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas
vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en
vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y
sed agradecidos. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros,
enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia
en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Y
todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del
Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”.
“Gracia y Paz”
Sana Doctrina