Isaías 49:14-15
“Pero Sion dijo: Me dejó Jehová,
y el Señor se olvidó de mí. ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para
dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me
olvidaré de ti”.
Todos hemos pasado por esos
momentos en la vida en donde sentimos que las cosas se nos van de las manos. En
donde pensamos quizá que todo está bajo control y de un momento a otro nos
damos cuenta que lo hemos perdido totalmente y que estamos a la deriva.
Y es que esos momentos son los
idóneos que el enemigo utiliza para lanzar toda clase de ataques a nuestra
mente. Decirnos que estamos solos, hacernos sentir desprotegidos y sobre todo
con un sentimiento de impotencia muy fuerte que nos lleva muchas veces a caer
en la depresión.
Pero aun, en medio de esos
momentos tormentosos que ningún de nosotros quisiéramos pasar debemos de saber
que a pesar que el panorama pinta muy feo, Dios no permitirá que eso nos venza.
Y es que nosotros no estamos solos
y pese a que lo sabemos muchas veces aun así, tendemos a sentirnos abandonados.
Nuestras fuerzas flaquean y no hay mucho ánimo para levantarse de esa situación
en la que hemos caído.
Mas sin embargo, Dios jamás nos
ha dejado solos, Dios jamás ha perdido el control de nuestra vida. Aunque
aparentemente nosotros sentimos que el control esta perdido, hay alguien que lo
tiene todo controlado y que no permitirá que pases por situaciones que no
puedas soportar.
Dios tiene una medida y sabe
hasta dónde tú puedes soportar, sabe hasta dónde tienes la capacidad de
soportar esas situaciones que vienen a tu vida. Si estas pasando algo que tú
crees que es imposible de superar, tienes que comprender que si lo estás
viviendo es porque Dios te ha dotado de la capacidad para salir adelante y que
además eso mismo te servirá para madurar espiritualmente, aumentar tu fe y
sobre todo un día le serás de bendición a otros que pasaran por lo mismo.
Hoy quiero animarte a que no
creas que todo está perdido, a que no creas que a Dios ya no le importas, a que
no creas toda clase de mentiras que el enemigo quiere hacerte creer. Al
contrario, cree en que Dios no se ha olvidado de ti, cree en lo que su Palabra
dice, porque El jamás miente, El está contigo aunque no lo puedas ver, El está
a tu lado aunque muchas veces no lo sientas.
Y es que a veces no podemos
percibir a Dios en nuestras vidas porque estamos segados e insensibles por todo
lo que estamos viviendo, pero eso no significa que El se halla alejado de tu
vida o se haya olvidado de ti.
¡Dios jamás se alejara de ti!,
porque El no se aleja de nadie, somos nosotros quienes nos alejamos de Él, por
lo que ¡Vuelve a Él!, ríndete delante de su presencia y comienza a creer lo que
Dios puede y quiere hacer en tu vida.
¿Sabes? A pesar del mal momento
que estás viviendo, Dios quiere recordarte lo mucho que te ama y asegurarte que
El ha estado allí y te sacara de cualquier situación que estés pasando, porque
su anhelo es tenerte cerca y que puedas experimentar de su presencia fresca.
¿Por qué no haces a un lado el
afán al que esa situación te ha llevado y le das un tiempo al Señor?, hoy te
invito a que oremos de la siguiente manera:
ORACIÓN:
“Dios mío, te doy gracias por todo lo que haces, te doy gracias por mi
vida y a pesar de que muchas veces las cosas no salen como yo quisiera, se y
tengo la convicción de que tu si tienes el control. Confío en que todo saldrá
bien, confío en que tú me sacaras nuevamente de esta situación en la que he
caído, yo anhelo hacer tu voluntad y a pesar de lo que muchas veces me cuesta, tú
conoces a perfección mi corazón y sabes que mi deseo es agradarte. Señor
perdóname por las veces que me he alejado de ti, perdóname por las veces que a
mi mente ha venido duda o reproches, ayúdame a creer, enséñame a confiar
totalmente en ti y en lo que estás haciendo, no permitas que mi fe decaiga y
que a pesar de cualquier circunstancia siempre mis ojos este fijos en ti. Gracias
mi Dios, porque sé que en ti puedo descansar, porque sé que en ti encuentro paz
y sobre todo porque sé que en ti estoy seguro, tu jamás me has defraudado y sé
que jamás lo harás, por lo que a ti sea la Gloria, la Honra y la Alabanza de
todo lo que estas a punto de hacer en mi vida. Gracias mi Señor, en el Nombre
de Jesús, Amen y Amen”.
“Gracia y Paz”
Devocional Diario