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viernes, 1 de junio de 2012


«LA MUERTE DE LA MUERTE»

Julio Azael Zepeda, de Barranquilla, Colombia, se probó el traje una vez más. Era un traje viejo, de más de cinco años, pero por eso mismo le tenía más aprecio. Todo lo encontró correcto: las medidas, el color, la tela, los adornos. Y como desde hacía cinco años, sonrío satisfecho.

Después de colgar el traje en el ropero, salió a la calle. En pocos días comenzaba el carnaval barranquillero, pero en la calle, inesperada e intempestivamente, lo atropelló un carro tirado por mulas. Julio Azael encontró la muerte, y allí en el ropero quedó esperándolo su traje de «La muerte». Porque ese era el disfraz que usaba con todo éxito cada año en el carnaval. Se vestía de muerte para desafiar a la muerte.

«Fue la muerte de la muerte», anunciaron los diarios de Barranquilla.

Aquí tenemos otra de tantas ironías de la vida. Julio Azael Zepeda se disfrazaba todos los años con el disfraz de Muerte: paños negros, esqueleto pintado, calavera pálida. Era uno de los mejores disfraces del carnaval de Barranquilla. Pero de tanto bromear con la Muerte, la Muerte de Carnaval, lo sorprendió la otra muerte, esa que no es un disfraz ni un chiste ni un carnaval: la muerte auténtica y verdadera.

Lo que llamó la atención fueron los titulares de los diarios: «Murió la Muerte»; «La Muerte encontró a la muerte»; «La muerte de la Muerte». Todos los titulares giraban en torno a la misma paradoja, la misma ironía, el mismo chiste macabro.

Sin embargo, el concepto de «la muerte de la muerte» es perfectamente bíblico. Es una de las promesas más grandes que Dios le ha hecho a la humanidad. Lo expresa en verso el profeta Oseas en el capítulo 13 de su profecía: «¿Dónde están, oh muerte, tus plagas? / ¿Dónde está, oh sepulcro, tu destrucción? / ¡Vengan, que no les tendré misericordia!» (v. 14).

Y en el libro del Apocalipsis, la última gran profecía de la Biblia, se estampa: «Ya no habrá muerte» (21:4). La muerte, que ha sido la compañera inseparable del hombre desde el día en que Adán pecó y ha sido la más temible experiencia de todas, un día dejará de existir. Ya no atacará más, ni morderá más, ni volverá a destruir felicidades e ilusiones, ni a provocar dolores y lágrimas.

Sólo Jesucristo, el Señor resucitado y viviente, tiene el verdadero y absoluto poder sobre la muerte y el sepulcro. Sólo Cristo tiene vida eterna para darnos.

“Gracia y Paz”
Hermano Pablo

EL BRÓCOLI



Cada día se reafirman los beneficios del brócoli para la salud. El Brócoli es de la familia de las crucíferas como la coliflor, las coles de Bruselas, o la lombarda. Proviene de Italia fue popularizado por los EEUU, que lo consumen en gran cantidad. Hervido, al vapor, o en sofritos el brócoli es una verdura llena de ventajas

Es beneficioso contra la arterioesclerosis gracias al sulforafano, molécula muy abundante en el brócoli y otros vegetales como repollo, coliflor. Esta molécula tiene un efecto muy beneficioso sobre las placas de ateromas (responsables enfermedades cardiovasculares). El profesor Peter Weissberg, Director médico de la British Heart Foundation, que ha financiado esta investigación, sobre los beneficios del brócoli en la arteriosclerosis, afirma que “este fascinante hallazgo esclarece un posible mecanismo, a través del cual, la dieta rica en vegetales (como es la dieta mediterránea) protege contra la enfermedad cardiovascular”.

·     Tiene efectos antibacterianos.
·     Reduce riesgo de úlceras.
·     El Brócoli es tiene propiedades beneficiosas contra la anemia
·     Actúa contra los radicales libres causantes del cáncer.
·     Actúa como un regulador hormonal y el nivel de estrógenos.
·     Su consumo mejora el tránsito intestinal.
·     Se recomiendan en la dieta de la mujer embarazada por su excelente aporte e minerales como potasio además de antioxidantes y vitaminas que ayudan a prevenir el envejecimiento celular.

Hay recetas deliciosas con brócoli, no tiene apenas calorías y si muchas propiedades saludables.

SIEMPRE CONSULTA A TU MEDICO, para que mantengas tu cuerpo sano; ¿o ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? (1 corintios 6:19); “He aquí Yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré y les revelaré abundancia de paz y de verdad” (Jeremías 33:6).

“Gracia y Paz”
Publicado por: Carlos Martínez M.
Tomado de: Ana Estrada Rivera
La página información de salud.

Enseña bien a tus hijos

Deuteronomio 11:19
“Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes”.

El Vals de la bella durmiente, La obertura de 1812 y El ballet cascanueces fueron todos parte de la música de mi niñez. Algunas veces nos contaban historias o, como en el caso de Tubby la tuba, y Pedro y el lobo, nos mostraban a mis hermanas y a mí a los sonidos de diferentes instrumentos. En su deseo por transmitirnos su amor por la música, mis padres usaban este método de enseñanza. ¡Y funcionaba! Entretejer los cuentos clásicos con melodías clásicas tuvo un poderoso impacto sobre nosotras.

Cuando queremos transmitir información importante a un niño, a menudo la mejor manera es a través de una historia, porque así el niño la entiende y la disfruta más fácilmente. Contarles a los niños las historias de la Palabra de Dios es de importancia crucial, porque la verdad perdurable de la Biblia puede moldear el carácter y mostrar las consecuencias de las acciones (1 Corintios 10:11). Las semillitas de la fe pueden cultivarse en suelo fértil y ayudar a los niños a ver cómo Dios ha obrado en las vidas de Sus seguidores a lo largo de toda la historia. Los relatos bíblicos también muestran cómo Dios está íntimamente involucrado en nuestras vidas.

Lo que hemos visto que Dios hace por nosotros y lo que ha hecho por Su pueblo a lo largo de la historia debe transmitirse a la siguiente generación (Deuteronomio 11:1-21). Su futuro depende de ello. Enséñaselo bien a tus hijos.

El carácter de tus hijos en el futuro depende de lo que pongas en su corazón hoy.


“Gracia y Paz”
Nuestro Pan Diario

JEHOVÁ SAMA: EL SEÑOR ESTA AHÍ

Para ser un miembro de la verdadera iglesia de Dios, usted debe de ser conocido por el nombre de Jehová Sama – “El Señor está allí” (Ezequiel 48:35). Otros deberían poder decir de usted “Está claro para mí que el Señor está con esta persona. Cada vez que lo veo, yo siento la presencia de Jesús. Su vida verdaderamente refleja la gloria de Dios.”

Si somos honestos, tenemos que admitir que no sentimos la dulce presencia del Señor entre los cristianos muy a menudo. ¿Por qué? Los Cristianos gastan su tiempo envueltos en buenas actividades religiosas – grupos de oración, estudios Bíblicos, ministerios de alcance – y todo esto es muy elogiable. Pero muchos de estos mismos Cristianos pasan poco o nada de tiempo Ministrando al Señor, en el aposento secreto de oración.

La presencia del Señor simplemente no puede ser falsificada. Esto es cierto ya sea que se aplique a la vida de un individuo o al cuerpo de una iglesia. Cuando me refiero a la presencia de Dios, no estoy hablando de algún aura espiritual que envuelve místicamente a una persona, o que desciende sobre un culto en la iglesia. En lugar de eso, yo estoy hablando del resultado de un caminar de fe simple pero poderoso. Ya sea que se manifiesta en la vida de un Cristiano o en una congregación entera, causa que las personas lo noten. Se dicen a sí mismos, “Esta persona ha estado con Jesús”, o “Esta congregación verdaderamente cree en lo que predican.”

Se necesita mucho más que un pastor justo para producir una iglesia Jehová Sama. Se necesita gente justa, personas de Dios que se encierren a solas con él. Si una persona extraña al terminar el culto dice, “Yo sentí la presencia de Jesús ahí adentro”, usted puede estar seguro que no fue por la prédica o por la alabanza. Fue porque una congregación justa entró a la casa de Dios, y la gloria de Dios estaba en medio de ellos.

“Gracia y Paz”
(David Wilkerson)

¿Cuáles serán tus últimas palabras?

Romanos 8:22-25
“Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.”

Este pasaje nos muestra un cuadro de sufrimiento y dolor, y a la vez de expectativa, semejante a la mujer que está pasando por los “dolores de parto”, la cual está en espera del final de los mismos. Cada día, miles y miles de personas de todas partes del mundo llegan al final de sus vidas. Al llegar a este punto se pone de manifiesto la enorme diferencia entre aquellos que tienen “las primicias del Espíritu”, quienes esperan “la adopción, la redención de su cuerpo” y los que no tienen esa esperanza.

No hay tragedia en este mundo que se pueda comparar con la muerte de una persona que ha rechazado a Cristo. Morir sin Jesús como Salvador es enfrentar el destino más triste posible: una eternidad sin esperanza. Walter A. Maier, un predicador de la primera mitad del siglo XX, citó dos ejemplos de personas muy conocidas en sus tiempos que llegaron al final de sus vidas y pronunciaron sus últimas palabras en un marco de derrota y pesimismo. Maier dijo que Jay Gould, un multimillonario norteamericano, se lamentó en su lecho de muerte diciendo: "Soy el hombre más infeliz de la tierra." Maier también citó al filósofo y escritor francés Voltaire, ateo universalmente conocido por sus burlas del cristianismo. En una ocasión Voltaire declaró que él derribaría con una mano la fe cristiana y que pronto nadie leería la Biblia. Al momento de su muerte, en terrible agonía, gritó: "¡Ojalá no hubiese nacido nunca! ¡Ahora se me echará en el infierno!" Después que Voltaire murió, su enfermera de cabecera declaró que jamás volvería a cuidar de una persona moribunda que no hubiera creído en Jesucristo. "¡Es lo más terrible y desesperante que existe en este mundo!", dijo.

El famoso actor y cantante norteamericano Frank Sinatra vivió una larga vida de éxitos. Fue homenajeado y galardonado muchas veces, y gozó de fama, riquezas y popularidad. Sin embargo lo que podría ser un epitafio en su tumba salió de sus propios labios, segundos antes de morir. Estas fueron sus últimas palabras: “I am losing“ ("estoy perdiendo"). Momentos después el verbo pudo haber sido conjugado en tiempo pasado: "Perdí". ¡Qué triste es perder! ¿Verdad? Sobretodo cuando está en juego la eternidad.

En 2 Timoteo 4:7-8, vemos un ejemplo de la esperanza de la que nos habla el pasaje de hoy cuando dice “porque en esperanza fuimos salvos.” Allí, el apóstol Pablo, siendo ya un anciano y sintiendo que su fin se aproximaba, escribió lo siguiente a su hijo espiritual Timoteo: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.” Pablo compara la vida con una carrera a cuyo final ha llegado. ¡Qué preciosas palabras de esperanza y de victoria salieron de su corazón en ese momento!

¿Qué va a caracterizar el final de tu vida? ¿La paz o la desesperación? Si has aceptado a Jesucristo como tu Salvador, puedes declarar con toda confianza y tranquilidad como el apóstol Pablo: “Me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día.” Si no lo has hecho, puedes en estos momentos elevar una oración, invitándolo a entrar en tu corazón. La Biblia dice en Romanos 10:9 que “si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” Entonces, tus últimas palabras, cuando fuere que las pronuncies, serán palabras que manifiesten la victoria de Cristo en tu vida.

ORACION:
Padre santo, gracias por el regalo de la vida eterna a través de tu Hijo Jesucristo. Gracias porque sé que cuando llegue al final de mi vida en este mundo, viviré por siempre junto a ti disfrutando de tu amor y tu paz inefable. En el santo nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”
Dios Te Habla

Conocimiento del corazón de Dios

1 Corintios 13:11-13
“Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”.

La mayoría de las personas tenemos muchos conocidos, pero todos tenemos la profunda necesidad de ser conocidos y comprendidos por nuestros seres queridos. Esto es así porque fuimos creados a imagen de Dios; Él también desea ser conocido, comprendido y amado por nosotros.

Así como usted no quiere ser conocido solo por los detalles superficiales de lo que parece ser, no es suficiente saber acerca del Señor. Él quiere que sepamos cómo piensa y siente, qué es importante para Él, y cuáles son sus propósitos. Por supuesto, es imposible para el hombre conocer por completo la mente del Creador del universo. En Isaías 55:9, Él nos dice: "Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos". La profundidad y anchura de su mente son tan grandes, que jamás seremos capaces de entenderlo plenamente en esta vida.

Sin embargo, podemos entender mejor el corazón de Dios y su carácter, buscándole con ahínco y aprendiendo día a día de su Palabra. Si realmente deseamos andar en sus caminos, debemos conocerlo primero de verdad. Llegamos a conocer a nuestros mejores amigos compartiendo más experiencias juntos. Asimismo, también entenderemos mejor a Dios cuanto más tiempo caminemos con Él y meditemos en lo que Él ha revelado sobre sí mismo en la Biblia.

Dios quiere que usted le busque con todo su corazón, y Él promete que si lo hace, lo encontrará (Jeremías 29:13). Por tanto, la próxima vez que sienta la necesidad de entender mejor, recurra a Aquel que le entiende perfectamente. Pero más importante aun, pídale que le ayude a conocerlo mejor.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria

¿Dios quiere que usted tenga éxito?

Proverbios 16:1-3
“Del hombre son las disposiciones del corazón; Mas de Jehová es la respuesta de la lengua. Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; Pero Jehová pesa los espíritus. Encomienda a Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados”.

¿Es el éxito un objetivo para los creyentes? ¿Lo quiere Dios para sus hijos? Las respuestas dependerán de su concepto del éxito. Muchas personas lo definen como el logro de riqueza, notoriedad o fama. Si eso es lo que usted está buscando, entonces está siguiendo la definición del mundo, no la del Señor.

A los ojos de Dios, el verdadero éxito comienza internamente: el primer paso es una relación con Jesucristo --poner la fe en Él como Salvador y seguirlo obedientemente. Su propósito para usted es que crezca continuamente en un carácter como el de Cristo y en madurez espiritual. Él también tiene para usted trabajo que debe hacer aquí en la tierra. Dios dispuso esas tareas específicamente para usted, y las diseñó teniendo en mente su personalidad, talento, habilidades y dones espirituales. Usted puede pensar en estas cosas como su llamamiento especial y su responsabilidad en la vida, que nadie más puede realizar.

El éxito verdadero consiste en realizar lo que el Señor le ha llamado a hacer, no solo de vez en cuando, sino continuamente. Tiene que ver con la perseverancia, no con la perfección. Si esta es su definición de éxito, puede estar seguro de que el Señor quiere que tenga éxito; Dios se ha comprometido a ayudarle a convertirse en la persona para lo que Él le creó, y para que alcance los propósitos que ha dispuesto para usted.

La evaluación final de nuestro éxito tendrá lugar cuando estemos delante de Dios para dar cuenta de nuestras vidas. Si hemos vivido de acuerdo con la definición de éxito de Dios, nos aguarda un tesoro en el cielo, junto con las palabras "¡Bien, buen siervo y fiel!"

“Gracia y Paz”

Una gran verdad

Filipenses 4:13
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

El pasaje de hoy es un pasaje bíblico bien conocido por todos, pero a veces mal interpretado. Muchas personas con su mejor intención recitan o confiesan este pasaje diciendo: (yo) “Todo lo puedo” como si el énfasis recayese exclusivamente sobre nosotros.

Si leemos bien el pasaje, y con mucho detenimiento, vemos que, si “todo lo puedo”, no es debido a que “yo puedo” con mis propias fuerzas humanas. En el pasaje la frase “todo lo puedo” tiene una base firme: EN CRISTO.

Si el Señor no nos da la fortaleza de Su Espíritu Santo, no podremos hacer todo lo que debemos hacer. Nuestras fuerzas decaerán, pues el desgaste de la oposición, las trabas del enemigo que vienen cada día con el propósito de hacernos personas inútiles y estériles en todas las áreas de la vida. Entonces es necesario poner en manos de Cristo, todo lo que nos proponemos hacer y tendremos Su bendición.

Nunca lo olvides: Tú, todo lo puedes EN CRISTO. Si te mueves o actúas fuera del Señor, lo que hagas no contará con las fuerzas del Señor y el resultado final no contará con la bendición de Dios.

Oración: Señor, Te reconozco en este día como la fuente, pues yo sólo en la vida no puedo llegar a ningún lado. En Ti, y con la fortaleza que me das, es que puedo enfrentar los desafíos de este día y poder hacer todo lo que debo hacer. En el nombre de Cristo, amén.

“Gracia y Paz”
El Versículo del Día

Un Versículo de la Biblia cada Día

Gálatas 5:16
"Digo pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis la concupiscencia de la carne."

A veces las escrituras usan la palabra “andar” para significar vivir. En la vida cristiana nos opone el mundo, la carne, y el diablo, muy fuertes enemigos que quieren hacernos tropezar y traicionar a nuestro Señor Jesucristo. Es una batalla espiritual, y el depender en armas humanas solo conduce al fracaso y frustración. Debemos andar en el Espíritu se explica muy bien en Colosenses 3:16……Deja que “la palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.”

“Gracia y Paz”