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miércoles, 30 de mayo de 2012


PRIMERO LO PRIMERO

Salmo 5:3
“Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré”

Una maestra debía narrar la historia del diluvio a los niños de su clase. Sabía que para mantener la atención de ellos debía representar esa catástrofe en vivos detalles. Y así lo hizo. Luego animó a sus alumnos a hacerle cualquier pregunta sobre el tema.

Entonces una niña levantó su mano: — Maestra, ¿lo primero que hizo Noé cuando salió del arca fue adorar a Dios? — Sí, cariño — respondió la maestra — . ¿Hay algo malo en eso? — O sea que Noé y sus hijos tuvieron que arrodillarse en el fango — replicó la niña  — . ¿Se imagina lo sucios que quedaron? (Helmut Thielicke, How the World fíegan [Cómo comenzó el mundo], p. 262).

Llama la atención que la primera acción de Noé al salir del arca, fue «construir un altar en honor del Señor» (Génesis 8:20). Si se arrodilló o no, el relato no lo dice, pero lo que sí está claro es que al construir un altar para Dios, Noé demostró de qué manera estaban organizadas sus prioridades: Dios ocupaba el primer lugar.

A pesar de haber estado tanto tiempo dentro del arca, Noé no salió en busca de provisiones para alimentarse, o material para construir un refugio temporal donde pasar la noche. Lo primero que hizo fue adorar a Dios y darle gracias por haberte dado la oportunidad de comenzar de nuevo. Por lo tanto, nada tiene de raro que se haya arrodillado en el fango. Como tampoco sorprendería saber que sobre ese altar sacrificó, no los animales enfermos, sino lo mejor de lo mejor.

¿Qué lugar ocupa Dios en tu vida? Una manera sencilla de saberlo es preguntando qué es lo primero que haces al despertar al nuevo día. ¿Enciendes el televisor para enterarte de las noticias de última hora? ¿Echas mano de los libros para dar los últimos toques a las tareas escolares? ¿Corres a realizar tu aseo personal y a preparar el desayuno?

Noé y los grandes personajes de la Biblia nos enseñan que Dios merece el primer lugar en nuestra vida y lo mejor de nuestro tiempo, recursos y talentos. ¿Qué tal si te propones, entonces, comenzar cada día en comunión con tu Padre celestial?

¿Y por qué no terminarlo también de esa manera? Padre celestial ayúdame a darte lo primero y lo mejor de mi tiempo y de mi vida.


“Gracia y Paz”
 (Fernando Zabala)
CONSTRUIR UNA VIDA VALIOSA

1 Corintios 3:10
“… yo como perito arquitecto puse el fundamento...; pero cada uno mire cómo sobreedifica”.

A mis nietos les gusta jugar a un juego de construcción llamado Legos. Esos bloques pequeños y coloridos les despiertan la imaginación para construir fuertes, aviones, casas o cualquier cosa que aparezca en las instrucciones. Después de vaciar el contenido de la caja en el suelo, empiezan a unir los bloques, pero poco después, les parece que no necesitan consultar más las instrucciones. Al rato, esto los lleva al punto de darse cuenta de que construir según sus instintos da como resultado un final malogrado. Así que, lo desarman y empiezan otra vez… pero entonces, ya tienen una clara idea de la importancia de seguir las instrucciones.

¿Necesitas que las piezas de tu vida se desarmen y vuelvan a ser colocadas en su lugar según las instrucciones de Dios? Si tienes a Jesucristo como cimiento, empieza a seguir el diseño que Él tiene para ti. Pablo escribió: «… cada uno mire cómo sobreedifica…» encima del fundamento (1 Corintios 3:10-11). ¿Qué incluye ese diseño? Valorar a los demás al servirlos con humildad (Filipenses 2:3-4), dar generosamente de nuestros recursos para ayudar a los necesitados (Santiago 2:14-17), responder con amor a quienes nos hayan tratado mal (Romanos 12:14-21). Estas son solo algunas de las piezas que el Señor quiere que unas para construir una vida digna de ser su templo (1 Corintios 3:16).

La Biblia es el plano para que el creyente construya su vida.

“Gracia y Paz”
(Nuestro Pan Diario)

NO DURMAMOS COMO LOS DEMÁS

Romanos 13:11
“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.”

¿Sabe usted lo que Napoleón dijo acerca de la China? “Allí yace un gigante durmiente, y déjenlo dormir, porque si él despierta, él hará temblar al mundo.”

Creemos que el diablo dice lo mismo acerca de la iglesia del Señor Jesucristo, y que la iglesia simplemente es eso, un gigante durmiente. Estamos dormidos porque hemos sido cloroformizados por el espíritu de esta era. Estamos bombardeados por todos lados por todo tipo de entretenimiento. ¿Sabe lo que la palabra “entretenimiento” significa? ‘No pensar’. Ésta se deriva de dos palabras: “muse” y “a”. “Muse” significa ‘pensar’, y el prefijo alfa o “a” que significa ‘no’. Somos una generación que entreteniéndonos caemos en el olvido. ¡Y es tiempo de despertarnos!

¿Está usted tomando la vida cristiana en serio? Si hoy fuese su último día sobre la tierra, ¿Cómo lo pasaría? ¿En entretenimiento? O, ¿en evangelismo?

“Gracia y Paz”
El Amor que Vale

MI PATRIA CELESTIAL

Colosenses 3:1-2
“Buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”.

Filipenses 3:20
“Nuestra ciudadanía está en los cielos”.

Cuando alguien se dispone a ir a un país lejano, y ante todo cuando piensa fijar en él su residencia, estudia la región, busca familiarizarse con el idioma y las costumbres del país.

Amados creyentes, ¿Consagramos suficiente tiempo a “las cosas de arriba”, al cielo, nuestra patria celestial? Parece que oigo su respuesta: ¿El cielo? ¿Cómo quiere que me lo imagine? ¡Ni siquiera los astronautas vieron gran cosa ahí arriba! Pero leamos todo el versículo citado: “Buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”. En el cielo tenemos, pues, a un ser querido, a un Salvador viviente que nos conoce personalmente, que nos ama y nos fijó allí una cita. ¿No sería esto el mayor motivo de gozo?

Si allá arriba está nuestro tesoro, allá también estará nuestro corazón. Debemos tomar posesión de ese lugar por la fe y con gozo santo. Esto no nos llevará a un misticismo soñador, sino que hará de nosotros unos siervos activos y fieles a nuestro Señor. Velemos, pues, para que veamos claramente. Hasta un objeto muy pequeño cerca del ojo nos oculta el sol. Son numerosas, variadas y hasta atrayentes las cosas que pueden distraernos en la tierra. Dejemos de lado todo lo que nos velaría la gloriosa persona de Cristo y las cosas que están arriba. En la Palabra de Dios las descubriremos por la fe.

“Gracia y Paz”
La Buena Semilla

LO ÚNICO QUE ÉL QUIERE DE USTED ES SU FE

Dios no quiere su casa, su carro, sus muebles, sus ahorros, sus posesiones. Todo lo que él quiere es su fe – la confianza fuerte de usted en la Palabra de Dios. Y tal vez esa sea la cosa que más le falta a las personas que parecen ser espirituales. Usted puede pensar que otra persona sea más espiritual que usted. Pero esa persona puede estar luchando arduamente para mantener una apariencia de justicia. Pero cuando Dios lo mira a usted, él declara, “He aquí un hombre o una mujer justa.” ¿Por qué? Usted ha admitido su incapacidad de llegar a ser justo. Y usted ha confiado en que el Señor le da su justicia.

Pablo nos dice que somos contados como justos en los ojos de Dios, por la misma razón que Abraham fue contado. “Por eso, también su fe le fue contada por justicia. Pero no solo con respecto a él se escribió que le fue contada, sino también con respecto a nosotros a quienes igualmente  ha de ser contada, es decir, a los que creemos en aquel que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro” (Romanos 4:22-24).

Puede que usted diga, “Yo creo esto. Yo tengo fe en que Dios resucitó a Jesús.” Pero, la pregunta para usted es, ¿cree usted que el Señor puede resucitar su matrimonio cuando está lleno de problemas? ¿Cree usted que él puede traerle vida a un familiar que está muerto espiritualmente? ¿Cree usted que él puede sacarlo del hoyo de un hábito que lo está debilitando? ¿Cree usted que él puede borrar su pasado maldecido y restaurarle todos los años que el gusano se ha comido?

Cuando todo parece sin esperanza – cuando usted está en una situación imposible, sin recursos, y sin ninguna esperanza por delante - ¿cree que Dios será su Jehová Jireh, y proveerá para su necesidad? ¿Usted cree que él está comprometido a cumplir sus promesas con usted – y que si aún una de sus palabras fallara, los cielos se derretirían y el universo colapsaría?

“Gracia y Paz”
(David Wilkerson)

¿Qué haces para consolar al que sufre?

Job 13:1-13
“He aquí que todas estas cosas han visto mis ojos, y oído y entendido mis oídos. Como vosotros lo sabéis, lo sé yo; no soy menos que vosotros. Mas yo hablaría con el Todopoderoso, y querría razonar con Dios. Porque ciertamente vosotros sois fraguadores de mentira; sois todos vosotros médicos nulos. Ojala callarais por completo, porque esto os fuera sabiduría. Oíd ahora mi razonamiento, y estad atentos a los argumentos de mis labios. ¿Hablaréis iniquidad por Dios? ¿Hablaréis por él engaño? ¿Haréis acepción de personas a su favor? ¿Contenderéis vosotros por Dios? ¿Sería bueno que él os escudriñase? ¿Os burlaréis de él como quien se burla de algún hombre? El os reprochará de seguro, si solapadamente hacéis acepción de personas. De cierto su alteza os habría de espantar, y su pavor habría de caer sobre vosotros. Vuestras máximas son refranes de ceniza, y vuestros baluartes son baluartes de lodo. Escuchadme, y hablaré yo, y que me venga después lo que viniere.”

De todos es conocida la historia de Job, sus aflicciones, sus sufrimientos, la desgracia tan grande que cayó sobre su vida. En un período de varias semanas Job perdió todas sus propiedades, murieron todos sus hijos, y hasta perdió su salud, pues fue infectado con “una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza”, dice Job 2:7. Y en medio de su dolor y de su angustia, hasta su propia esposa llegó a decirle: “Maldice a Dios, y muérete.” (Job 2:9). Esto llegó a oídos de tres amigos de Job, los cuales se llegaron a visitarlo. Dice el versículo 11 de este capítulo 2: “Y tres amigos de Job, Elifaz temanita, Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían convenido en venir juntos para condolerse de él y para consolarle.”

Sin embargo, estos tres amigos comenzaron a recriminar a Job, prácticamente culpándolo de todo el mal que había caído sobre él, el cual según ellos era producto de su pecado. El pasaje de hoy nos habla de la reacción de Job ante esta actitud tan negativa de parte de sus amigos. Aquí les dice: “Ciertamente vosotros sois fraguadores de mentira; sois todos vosotros médicos nulos.” En lugar de consolarlo, sus amigos no hicieron más que aumentar su dolor.

El escritor Joe Bayly, quien sufrió la pérdida de tres de sus hijos, describió dos ejemplos de consuelo que recibió en su profundo dolor: “Una persona vino y me habló de cómo Dios trata con la gente, de por qué sucedió, de la esperanza que hay más allá de la tumba. Habló constantemente y dijo cosas que yo sabía eran verdad, pero no me conmovió, al contrario deseaba que se fuera. Otra persona vino y se sentó junto a mí. No habló, no hizo preguntas, simplemente se sentó a mi lado durante más de una hora. Me escuchaba cuando yo decía algo, contestaba brevemente; finalmente oró con sencillez, me abrazó cariñosamente y se fue. Eso sí me conmovió. Sentí consuelo en medio de mi dolor. No quería que se fuera.”

Job experimentó emociones similares. En su aflicción, él también hubiese preferido silencio de parte de sus amigos. Por eso les dijo: “Ojalá callarais por completo, porque esto os fuera sabiduría.” También el apóstol Pablo sufrió todo tipo de aflicciones, y experimentó el consuelo de otros, al igual que fue portador de consuelo para muchos que sufrían. Por eso pudo escribir: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.” (2 Corintios 1:3-4).

Seamos sabios al consolar a aquellos que están pasando por momentos de sufrimiento en sus vidas. En ocasiones, unas palabras de aliento pueden ser de bendición para ellos; en otras ocasiones es preferible callar y simplemente mostrarles nuestro apoyo y nuestro amor. Pidamos al Dios de toda consolación que nos capacite para consolar, y su Santo Espíritu, el Consolador, nos moverá a hacer exactamente lo que esa persona necesita en ese momento.

ORACIÓN:
Padre de amor y de misericordia, Dios de toda consolación, hazme un instrumento tuyo, oh Señor, para llevar a aquellos que sufren el aliento y el consuelo que sólo tú puedes dar. En el nombre de Jesús, Amén.

“Gracia y Paz”
Dios te Habla

La respuesta cristiana a la crítica

Proverbios 15:31-33
“El oído que escucha las amonestaciones de la vida, Entre los sabios morará. El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; Mas el que escucha la corrección tiene entendimiento. El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad”.

A nadie le gusta ser criticado, pero enfrentar críticas es inevitable, por lo que tenemos que aprender a responder de manera cristiana. A pesar de que usted se sienta tentado a ponerse a la defensiva o enojarse, mantenga la calma y escuche. Las palabras pueden herir, pero resulta muy beneficioso pensar con cuidado lo que escucha.

Si nos negamos a aceptar la crítica, limitaremos nuestro potencial para tener un carácter cristocéntrico y crecer espiritualmente. Algunas de las mejores lecciones de la vida vienen por medio de las experiencias difíciles. Si Dios permitió la situación, usted puede estar seguro de que Él quiere utilizarla para transformarle a la imagen de su Hijo. Si la crítica es legítima o no, o si es hecha con amabilidad o dureza, su meta debe ser responder de una manera que glorifique al Señor. Recuerde que usted es responsable solamente de cómo responda, no de la manera como la otra persona actúe.

Cuando sea criticado, guarde silencio y escuche hasta que la otra persona haya terminado. Haga contacto visual para demostrar atención y respeto. Cuando su crítico termine, déle las gracias por haber expresado su preocupación, y dígale que pensará en lo que dijo. Pregúntele al Señor si la acusación está bien fundamentada. Deje que Él escudriñe su corazón, ya sea para confirmar su inocencia o para hallarle culpable.

Cada crítica es una oportunidad que viene de Dios, para que brille su carácter cristiano, mostrando amor a su crítico. Si él le ataca con enojo, su respeto y su amabilidad serán un poderoso testimonio. La crítica es también una ocasión para enseñarnos humildad y aceptar la corrección del Señor.

“Gracia y Paz”
Meditación Diaria.

SALVACIÓN EN CRISTO


Isaías 12:3
“Sacaréis aguas con gozo de la fuentes de la salud”.

En lugares áridos y en desiertos, un arroyito o pozo de que el alma sedienta pueda refrescarse es un deleite. Este mundo con su pecado, sufrimiento y miseria es como un desierto árido, pero en este lugar seco y estéril nuestra salvación en Cristo es como un pozo grande, donde brotan aguas de bendición continuamente para aquellos que saben bajar su copa y saciar su sed con el agua de vida. Ve a este manantial, y refréscate diariamente.

“Gracia y Paz”
Un Versículo de la Biblia cada Día